Mi misión
Lo que me apasiona definirá la entrega de mi vida…
¿Qué me apasiona?
Como misioneras compartimos el amor de Dios que recibimos, es la pasión que guía nuestras vidas…
Te animamos a compartir lo que apasiona tu corazón.
¿Cuál es tu misión?
Esa misión, donde tu corazón se muestra abierto y generoso conectando con otros corazones…
Corazón de Cristo
CORAZÓN DE CRISTO
TE DAMOS GRACIAS junto con Tu Madre Bendita.
Por haberte dignado poner tus ojos de misericordia en nuestros hogares al llamar a nuestra hija (hermana) a tu servicio.
TE DAMOS GRACIAS
Por haberles entregado, para repartir a los demás, los tesoros de bondad y amor de tu Corazón.
TE DAMOS GRACIAS
Porque al entregar nuestra hija a Dios, nos alcanzaste la gracias de imitar a tu Madre, la Virgen, en el Sacrificio al pie de la Cruz…
TE DAMOS GRACIAS
Por haberles concedido la gracia de la perseverancia en tan sublime vocación.
TE DAMOS GRACIAS
Por concederles la gracias, de que, con sus vidas enteras, sean tus testigos hasta los cofines del mundo.
TE DAMOS GRACIAS
Por la esperanza de que tu Amor nos concederá a todos la perseverancia hasta el fin.
TE DAMOS GRACIAS
Oración:
Concédenos, Señor, que nuestras hijas (hermanas), pasen por el mundo haciendo el bien a imitación tuya para así extender tu Reino y que con sus vidas den testimonio de tu presencia en esta tierra. Amén.
«La Práctica de la devoción al Corazón de Jesús ha de ser auténtica y duradera, de modo que pueda ayudarnos en todos los momentos de nuestra vida. En las alegrías y en las horas de sufrimiento, que Él tome parte en todas nuestras acciones y que sepamos dirigir nuestra mirada hacia el Corazón de Jesús traspasado por nuestro amor. Unir estrechamente el Corazón de Jesús, con la Eucaristía, donde está realmente presente».
Pastoral
La Congregación de Misioneras Hijas del Corazón de Jesús como parte de la Iglesia, es por naturaleza misionera.
Participa en el designio que el Padre realiza a través del Hijo con la virtud del Espíritu.
Nuestro objetivo claro y definido: anunciar el amor de Dios manifestado a través del Corazón de Jesucristo.
Siendo nuestra misión primordial el comunicar a todos los hombres el amor de Cristo. A imitación suya nos esforzamos en llevar a todo el mundo su mensaje salvador.
Nuestra espiritualidad es Cristocéntrica, concretamente centrada en el Corazón de Cristo; esto exige de nosotras un esfuerzo constante para traducir personal, comunitaria y congregacionalmente los matices del amor de Cristo que son:
- Mansedumbre y sencillez («…soy manso y humilde de Corazón»)
- Entrega y disponibilidad («hacerse todo a todos»)
- Obediencia («se hizo obediente hasta la muerte»)
- Reparación: por que Jesucristo con su vida repara, restaura lo que le pecado había destruido.
Algunos poemas de nuestra fundadora
Poesía para una fiesta
Es divina, es redentora, y es tan fuerte el ideal,
que no termina en la tierra pues no puede terminar,
aún en el Cielo tendremos ese sublime ideal,
que toda la tierra arda
arda sin fin, arda ya con amores infinitos
que no pueden apagar ni enemigos, ni pasiones.
Sino que reine con verdadera soberanía el Rey de Amor
por los siglos de los siglos el Divino Corazón.
Un Villancico
En el Sagrario vives noches y días.
Es por tus Misioneras, ¡ay qué alegría!
Eres Niño chiquito Rey de mi alma.
Eres paz y alegría y dulce calma.
Sólo reinar deseas, mi bien querido,
dormir con abandono, vivir sin ruido.
En tu corazón Santo vivir queremos.
Danos siempre tu gracia y así lo haremos.
Es tu Madre querida también la mía.
Lleva el nombre precioso el de María.
Estas fiestas tan dulces siempre conmueven,
pero no callaremos hasta el día nueve.
Dedicación y Entrega
Corazón de mi Jesús a Tí me entrego… María Santísima, muéstrate que eres mi Madre.
San José mi protector, confío y espero tu protección.
San Ignacio… alcánzame hacer con fruto los Ejercicios.
Santo Ángel de mi guarda que yo sea fiel… San Francisco Javier, por el ardiente celo por la conversión de los infieles… protéjeme y concédeme tu protección.
San Estanislao… eres mi Patrón en este año, ya sabes lo que te pido.
Santa Teresa, Teresita del Niño Jesús.
Andrés mi maestro, ¡cuánto necesito!, si tuviste tanto empeño en enseñarme en el adelanto de mi vida espiritual, intercede por mí para que yo llegue hasta donde Dios quiera… A mayor Gloria de Dios.
Carmen Méndez